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Comienza la primavera austral. Tanto en las salinas de Ambargasta como en los salares de Salta y Jujuy, los meses de la primavera son los indicados para la cosecha de sal. Casi toda la explotación se hace en forma artesanal. La temporada de lluvias del verano pasa, y deja sobre las salinas una capa de agua de hasta 10cms., que luego el viento y el calor se ocupan de evaporar.
Con un clima seco y caluroso, superando los 40º los humildes trabajadores acuden a la extenuante jornada de cosecha desde los pueblos vecinos.
Los riesgos para su salud son muchos. Problemas en los ojos por el reflejo de la luz solar, lesiones en la piel por la exposición al sol y la inhalación constante de partículas de sal trae problemas respiratorios.
Apenas se quejan porque es la única fuente de trabajo y los hombres esperar ansiosos la llegada de esos tres meses para ganar el sustento, repitiendo lo que hicieron sus ancestros por generaciones.
Su ropa de trabajo son guantes fabricados con trapos viejos, improvisados turbantes de beduinos con anteojos oscuros de armazón casero o, los más pobres, con trozos de radiografías viejas.
Las herramientas de trabajo son un pico, pala y horquilla con las que quiebran la sal cristalizada. Todos los años se instala una formación de vagones que se interna en la salina para sacar la producción que espera en parvas de sal cosechadas, al lado de los rieles.
Al final de la jornada los espera el bidón de agua -no tan potable ni tan refrescante - y son felices por otro día más de trabajo.
Felicidad que durará hasta que lleguen las próximas lluvias porque en el verano no podrán llevar llevar el sustento para sus hogares.
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lunes, 20 de septiembre de 2010
Cosecha De Sal
martes, 14 de septiembre de 2010
Teleras Argentinas
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La producción artesanal es la base de las economías regionales del noroeste argentino. Entre estas actividades figura la fabricación de tejidos en telar, herencia de los aborígenes -especialmente diaguitas-, la cual es característica en los sectores populares rurales. Muchos años han pasado y esta costumbre sobrevive, dando dura pelea para no desaparecer.
En Amaicha del Valle, Belén, Santa María o Fiambalá, por citar algunos lugares, cada mañana las teleras se sientan al telar, instalado generalmente en patios de tierra, con paredes de adobe y techos de caña, y a fuerza de voluntad y perseverancia van cruzando uno a uno los hilos, sin importar si el día las recibe con calor, frío o viento zonda.
Se trata de una sacrificada actividad artesanal sin ayuda de máquinas o instalación eléctrica alguna. Los telares, de palo de álamo, se trabajan con lanas de llama o vicuña o de oveja, en colores naturales o teñidos con corteza de nogal, jarilla u otros arbustos. La confección de cada prenda, un poncho por ejemplo, o manta, pueden demandar más de quince días de extenuante labor.
Esta tarea se transmite cada vez menos de generación en generación. Las más chicas ya no quieren aprender. El poco rédito económico es una de las causas, pero también el proceso de globalización atentó directamente con este oficio. La comercialización es todo un desafío porque las prendas no son de venta masiva. La gente ya no usa la tela para ropa, como antes. Tampoco se venden por los canales masivos. Por ejemplo, las teleras particulares ofrecen sus productos con una prenda colgada en el frente de sus casas.
Mantener viva esta tradición requiere nuevos desafíos y la organización es la clave. A veces, con la ayuda institucional del Estado, como sucede en Amaicha del Valle http://www.cooplapachamama.com.ar/ o bien privadamente, tal el caso de Tinku Kamayu, en Santa Maria http://www.tinkukamayu.com.ar/ o Warmi Sayajsunqo, en Abra Pampa (Jujuy) http://www.clarin.com/diario/2007/03/07/um/m-01375796, donde una escuela de telar sirve para enseñar y recuperar el arte de tejer, mejorando la calidad de vida de las productoras. En Santiago del Estero, los grupos Warmi Sumaj y Warmi Huapas hasta han generado un Festival de Teleras http://www.inta.gov.ar/cipaf/info/noa/boletines/teleras.
lunes, 6 de septiembre de 2010
Pueblitos de la Quebrada
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La Quebrada de Humahuaca , es un valle andino de 150 kilómetros de extensión, flanqueado por altas cadenas montañosas y cavado laboriosamente por el río Grande, ubicado a más de 2.000 metros de altura en la provincia de Jujuy. Los pueblitos quebradeños enlazan historia y tradiciones de raíces ancestrales. Se trata de un paisaje cultural único en el mundo, ya que los pueblos indios de la zona conservan creencias religiosas, ritos, fiestas, arte, música y técnicas agrícolas que son un patrimonio viviente, motivo importante para que fuera declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en el año 2003.
En el túnel del tiempo la Quebrada de Humahuaca,nos ofrece sus rojizas cumbres y las Grandes Salinas.La llegada delas vías ferreas,trajeron a miles de turistas que dieron vida a los parajes de la región.Sin embargo,las callecitas de los poblados siguen siendo estrechas,los pastores cuidan sus rebaños,y las festividades y ceremonias ancestrales todavía se renuevan.Leyendas y mitos se entrecruzan y se confunden en las prácticas religiosas.Por un lado y otro pueden observarse las "apachetas", altarcitos de piedra en los que los caminantes se detienen a orar a la Pachamama y dejarle su ofrenda "Cada año,Jujuy nos invita a comparitr una gran fiesta:"El Carnaval".
Aunque pude visitarse durante todo el año, las condiciones climáticas hacenque el otoño y el invierno, fresco y seco, sean estaciones ideales para visitarla. En la Quebrada de Humahuaca, todavía existen los descendientes de los antiguos pobladores, pueblos originarios, que celebran a la Pachamama (Madre Tierra) . Fue escenario de muchos combates librados durante la guerra de la Independencia.
Purmamarca
Sólo 65 kilómetros de Jujuy, el trazado urbano fue realizado alrededor de la iglesia principal, cuya patrona es Santa Rosa de Lima. Es la ciudad más al norte que ha conservado su cultura y arquitectura. Una interesante exposición se ha instalado en la plaza principal, donde se ofrecen productos locales: ponchos de lana de vicuña y llama, bufandas, gorros tejidos y otras artesanías.
El 30 de agosto se conmemora el día de su santo patrono con bailes típicos de misachicos y sikuris. Usted puede visitar en la Plaza del Ayuntamiento y la Iglesia ha grabado en la puerta de madera de la fecha de 1648, y ha sido declarado Monumento Histórico Nacional.
El orgullo de la ciudad se encuentra en el cerro de siete colores, el nombre de la gama de color ocre, verde, naranja, morado y rosa se combinan en sus laderas, lo que contrasta con el árido paisaje, cubierto de cactus y nopales. Junto con otros puntos de interés como el Paseo de Los Colorados hacen a la ciudad un lugar ideal para el descanso y la contemplación.
Maimara quiere decir ""Estrella que Cae" en idioma local. Situada a casi 2400 msnm, en el centro de Humahuaca y da espaldas a los cerros multicolores que conforman la pintoresca Paleta del Pintor. Despierta interes el cementerio en altura decorado con coloridas flores que son hechas de papel. Por su clima sano y templado es elegida como lugar de veraneo. Existen quintas que abastecen de frutas y verduras a las localidades cercanas. El 26 de julio se celebra la fiesta de Santa Ana en donde se ofrecen comidas Es muy visitada en Carnaval por sus tradicinales comparsas, y porque se realiza el festival del choclo, con música folklorica y eventos gastronómicos.Es conocido el emprendimiento de la Cooperativa Agropecuaria Unión Quebrada y Valles (C.A.U.Que.Va.) organización integrada por pequeños productores indígenas, cuyo objetivo es elevar el nivel de vida a partir de la producción y comercialización tanto de sus productos ancestrales como de productos fruti-hortícolas., como maices , papa andinos y demás, sin el uso de agroquímicos (http://www.cauqueva.com.ar).
Tilcara
Sus antiguos habitantes (los omaguacas) montaron un pucará (que significa fortaleza, en idioma quechua), que hoy conforma su atracción principal. Distintos museos permiten al visitante adentrarse en su rico pasado. En la Capilla de San Francisco (Monumento Histórico Nacional), se guarda los restos de del coronel Manuel Álvarez Prado, quien intervino durante la guerra de la Independencia. En enero todo el pueblo está de fiesta, porque se celebra el "Enero Tilcareño", con manifestaciones Folklóricas, culturales y deportivas. En febrero el Carnbaval brilla en toda su expresión. Es en Semana Santa que se realiza la peregrinación al Abra de Punta Corral para trasladar la imagen de la Virgen hasta Tilcara, acompañada por más de cuarenta bandas de Sikuris. El 1 y 2 de noviembre se rinde culto a los "Fieles Difuntos", celebración ancestral que consiste en la preparación de un altar donde se presentan comidas y bebidas especiales para los difuntos.
Humahuaca
Es el pueblo quebradeño más importante, que toma su nombre de una tribu de antiguos aborígenes (omaguacas). Fundada en 1594 , ha sido uno de los más importantes centros comerciales coloniales. Se destacan sus calles angostas y empedradas, para recorrer a pie, con sus casas bajas de adobe conservando estilo norteño.
La iglesia, de 1641, consagrada a Nuestra Señora de la Candelaria cuya festividad se celebra el 1 y 2 de febrero, contiene obras de valor artístico como la propia talla de su virgen patrona y los doce profetas, de Marcos Sapaca, de la escuela cuzqueña. En el Cabildo, un antiguo reloj, mueve una imagen en tamaño natural de San Francisco Solano que todos los mediodías aparece detrás de una puerta para impartir la bendición a los presentes en la plaza, mientras una colorida mezcla de coyas y turistas completan el escenario sobre la plaza principal. En Humahuaca hay variedad de museos que muestran artesanías, folklore, pinturas y esculturas. El Monumento a la Independencia, o al Indio, representa el lugar en donde se combatió por la libertad del pais. El Carnaval de Humahuaca, es uno de los más famosos del país. Dura ocho días y en su preparación intervienen máscaras, disfraces, trajes coloridos y ritos. Las ruinas arqueológicas de Coctaca, que están a solo 9 km. son de imperdible visita; o se puede conocer la ciudad de Iruya, en la provincia de Salta, con sus pintorescas casas y angostas calles empedradas con grandes pendientes y sin veredas.
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