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martes, 27 de julio de 2010

Molinos Harineros De Jachal



La legendaria ruta 40 nos sorprende con una copiosa nevada en estos frios dias de julio, que no hace sino resaltar su incomparable belleza escénica. Con un obligado desvio, debido a que la Cuesta de Huaco estaba nevada , llegamos a San José de Jáchal. Esta antigua ciudad, fundada en 1751, ha sido un importante centro comercial en los años de la Colonia y conserva su patrimonio arquitectónico importante, como la Iglesia de San José, cuyo principal tesoro es un Cristo Crucificado de tamaño natural oriundo de Potosí, traído a fines del siglo XVIII, y también conocido como "El Señor de la Agonía". Hasta hace poco más de un siglo, Jáchal era un próspero poblado que exportaba harinas y ganado a Chile. Cómo testimonio de aquella época queda una docena de antiguos molinos harineros, situados en las afueras del casco urbano, varios restaurados, mudos testigos de los momentos más prósperos de la economía regional.
Los molinos fueron instalados gracias al cultivo de trigo en la región, desde los tiempos coloniales, gracias a los sistemas de regadío. En la zona de Tamberías se levanta el Molino de Sardiña, construido en torno de 1880 por un ingeniero español. A principios del siglo XX pasó a manos de la familia Sardiña, que hoy día mantiene su estructura original: planta baja, primer piso, sótanos, sala de limpieza y de usos múltiples, galpón y galerías. La maquinaria original, realizada en madera de algarrobo y quebracho, se conserva dentro del edificio principal de adobe.
También se visita el Molino de Reyes, levantado en torno de 1845. Funcionaba (hasta 1970) con un sistema de cernido más rudimentario que el anterior, y conserva la maquinaria original, aunque no está en tan buenas condiciones como el Molino de Sardiña.

Otro molino para visitar es el Del Alto o García, construido por un inglés y comprado en 1922 por Víctor Eleazar García, que fue agregando anexos hasta formar un amplio complejo industrial. Con noria de algarrobo y sistema de molienda a piedra, en 2005 se lo puso en funcionamiento nuevamente, con toda la maquinaria original.

Finalmente, el circuito se completa en el Molino de Huaco. Fundado en 1775 por el chileno José María Suarez y Poblete, perteneció desde el Siglo XIX a la familia Dojorti ( versión criolla del apellido ingles Dougherty), fundador de la familia y que fue uno de los prisioneros de las Invasiones Inglesas enviados a San Juan. La nave principal del molino, que funcionó hasta 1965, posee una original techo de caña y barro, apoyada sobre muros de adobe. Aun pueden verse en su estado original los mecanismos de transmisión de fuerza de la rueda del molino, que era accionada por una caída de agua, con piezas de algarrobo negro talladas a mano. Junto a los depósitos del molino se conservan partes de la casona rural con su patio central, en la que nació y vivió el poeta Eusebio del Jesús Dojorti Rocco, que fuera conocido con el seudónimo de Buenaventura Luna.


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jueves, 22 de julio de 2010

Miguelito o El amor de una Madre



Estábamos de paso por Villa Union (La Rioja-Argentina). Esta vez no fuimos a visitar Talampaya (UNESCO) ni Ischigualasto. Seguiríamos hacia la Provincia de San Juan, a conocer los Molinos de Jáchal y las Termas de Pismanta.

De pronto el cielo se puso oscuro y empezó a caer aguanieve, que se transformó de a poco en contuntendentes copos que borraban el camino, hasta el punto de hacernos dudar en seguir. Alguien escuchó nuestros ruegos y conseguimos llegar, de noche, sanos y salvos, a Villa Union.

El dia siguiente la ciudad amaneció cubierta con un manto blanco como hacia tiempo no ocurría y un frio polar. Aún así, todo el grupo nos fuimos al cementerio, para constatar personalmente la leyenda.

En 1967, quince días antes de cumplir un año de edad, Miguel Ángel Gaitán muere de meningitis y sus restos son enterrados en el cementerio de Villa Unión (La Rioja-Argentina). Miguelito murió el 24 de junio de 1967 cuando era transportado con urgencia por una ambulancia hasta Chilecito.

Siete años después de su muerte, luego de una violenta tormenta, nace la leyenda. El cajón del bebé se descubrió y se encontraron los restos intactos. Y cuando se reconstruyó la tumba para protegerlo, las paredes se caían misteriosamente, señal interpretada como que debía ser dejado a la vista. Con la tapa del ataúd pasó lo mismo. A la noche "...colocábamos piedras y objetos pesados, pero cada mañana la encontrábamos removida..." cuenta la madre de Miguel Ángel. Finalmente decidieron que Miguelito no queria ser cubierto. Primero estaba destapado pero luego, para evitar que se lo tocara, le colocaron una tapa de vidrio. A través de él se ve su rostro reseco y marrón y su madre le cambia habitualmente de ropa. Algunos dicen que se momificó naturalmente. Otros no.

En el norte argentino se considera "angelitos" a aquellos niños que mueren antes de haber cumplidos los siete años. Argentina de Gaitán visita todos los días a su hijo muerto y le cambia la ropa como si estuviera vivo, y no tiene dudas sobre los supuestos poderes del angelito, sobre todo después del silencio de sacerdotes y médicos.

Lo mágico se mezcla con la fe. Cuando este hecho se divulgó comenzó a llegar gente de todos lados para verlo, primero individualmente luego en grupos de devotos , no sólo desde la ciudad de La Rioja, sino desde San Fernando del Valle de Catamarca y Córdoba.Un hombre ofrenda su juguete, se hinca ante la tumba y reza con mucha devoción.

El angelito ya presenta el atractivo como para incorporarlo a los circuitos religiosos. Hasta construyeron un pequeño panteón para guardar los juguetes, carpetas de estudiantes, autitos, bicicletas, flores de plástico, ositos, placas de metal y cerámica con forma de corazón o con diseños de angelitos, cintas celestes y blancas, fotos, insignias. Los promesantes acuden en agradecimiento a los favores recibidos. Entre ellos se leen: "...gracias por hacerme campeón de Karate...", "..porque se me declaró José...", "...porque saqué 10 en el examen...". Hay trofeos deportivos, escarpines, rosarios y cuadernos donde se escribe el pedido que se le hace al Angelito y si él cumple debe publicarse un agradecimiento en los diarios locales.
La madre de Miguel Ángel, Argentina Gaitán, atiende diariamente la tumba. Si los devotos son afortunados, les permitirá abrir el cofre y tocarlo en la cabeza. Ella viste el cuerpo con las ropas de bebé que los peregrinos traen.
Como se vé, este Santo Popular no sigue los patrones que se observan en otros casos similares. Y esto porque la presencia de una madre real y verdadero amor maternal lo distingue. Es que para Argentina Nery Olguín su hijo nunca murió. Si hasta dicen que a veces, por la mañana se encuentran juguetes desparramados y se supone que Miguelito estuvo jugando durante la noche....

Juan Alejandro Olcese


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martes, 13 de julio de 2010

El Rey De Las Alturas


Sin hablar, mirábamos el vuelo silencioso de los cóndores, que giraban en amplios círculos. "Son diez o catorce", dijo el pequeño Simón, practicando elementales sumas.
Pensé que este espectáculo era exclusivo de las altas montañas de la cordillera, allá, cerca de las nubes, pero no, estamos bien cerca de Córdoba.

Las Sierras de Quinteros son las primeras estribaciones que encontramos al entrar a la Provincia de La Rioja. Geológicamente constituye la formación más antigua de Argentina con 17 mill. de años de antigüedad. Se trata de sierras pampeanas que tienen una altura promedio de 1500 msnm. sin altos picos que se destaquen. La vegetación es xerófila y no muy abundante, con ejemplares de chañar, algarrobos, jarilla, mistol, piquillín, espinillo y molle. Extraños paisajes con gigantescas rocas de granito enmarcan quebradas y valles. La presencia de vertientes, manantiales y arroyos permitió el asentamiento poblacional, que es muy importante en toda la zona.

En Santa Cruz de la Sierra se encuentra La Posta de los Cóndores. Aquí nos recibe José de la Vega con silencioso entusiasmo. La posada está preparada para alojamiento y cuenta con un comedor rústico donde la comida casera amerita por sí misma una visita: cazuela de gallina, cabrito al horno de barro, locro, empanadas, puchero de cabra, frutas silvestres y dulces caseros nos esperan.

En el ingreso está el Centro de Interpretación del Cóndor Andino, que ha sido instalado por la Provincia de La Rioja en una ex-escuela que cerró por falta de alumnos. En un didáctico recorrido tuvimos la introducción necesaria, para disfrutar lo que luego veríamos.

Arriba, en un cerro ubicado frente al complejo, un amplio corral alberga dos ejemplares de Vultur Gryphus (tal su nombre científico) que, por imposibilidad física se encuentran en cautiverio. De cerca pudimos apreciar el tamaño de estos buitres en su real magnitud. Tienen la altura de Simón: un metro de alto y cuando extienden las alas de 3mts de ancho vemos a las aves voladoras más grandes del mundo. "...mira papi, esta es hembra, porque no tiene la cosa esa en la cabeza...y tiene los ojos rojos" escuché decirle, orgulloso de lo que había aprendido.

Una hora de cabalgata entre los cerros nos depositó en el mirador de los cóndores. Están en toda la zona, pero aquí, entre acantilados, están a sus anchas. Acostados boca arriba sobre un alero junto al precipicio, miramos en silencio a los cóndores volando en cámara lenta sobre nosotros. Con su cuerpo inmóvil y la cabeza oteando el horizonte , tratando de descubrir su carroña. Planean estáticos, moviendo apenas la punta de las plumas. Al verlos pasar distinguimos claramente su cabeza pelada, el collar blanco y el plumaje negro y blanco.

Durante cientos de años el cóndor ha convivido con la humanidad y hasta ha sido el símbolo y emblema de las culturas andinas. Pero luego ha sido amenazado hasta el límite de la extinción. La constante pérdida de su hábitat, cacería, la deforestación o contaminación del aire afectó seriamente a la especie. En países como Colombia o Ecuador ya casi se ha extinguido. Preocupados por ello, se ha creado en la Provincia de La Rioja la reserva Quebrada de los Cóndores, que posibilitó mantener el numero y hasta de incrementarlo a 150 ejemplares. La activa participación de lugareños como José de la Vega permitirá sin dudas, aumentar esa cantidad, aunque no es fácil su reproducción. La hembra pone generalmente un solo huevo (entre septiembre y octubre) que es incubado por ambos padres alrededor de 50 días. Cuando nacen, los pichones son muy débiles y permanecen más de un año en el nido. Recién a los dos años alcanzarán su maduración total.

Nosotros seguimos en el mirador. El encuentro es hipnótico y emocionante. Pareciera que los cóndores están tan intrigados por nuestra presencia como nosotros por la de ellos. Así, como en un ritual silencioso, permanecemos sentados en la cima del morro más de una horas, viendo como las aves pasan una y otra vez, en círculos y en línea recta hasta esconderse en sus nidos entre las fisuras de las rocas.
Como en la cosmogonía andina, el efecto mágico persiste por mucho tiempo. En broma, le digo a Simón: y si nos agarran? No, todavía no, sólo como muertos, me contesta.


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jueves, 8 de julio de 2010

Viaje A Cerro Colorado





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Cerro Colorado




“Adiós Cerro Colorado
Cerro de piedras pintadas.
Algún día he de volver
Por tu camino de cabras.”
(A. Yupanqui)

LAS PINTURAS Y EL SOL DE PIEDRA DE LOS COMECHINGONES
Cuenta la historia que antes de llegada de los conquistadores españoles, corría el rumor entre los indígenas de que algún elegido vendría a traer la paz y la hermandad entre los pueblos. Era la leyenda del águila. Hombres rubios, altos y barbudos que llegarían desde el norte, decían los comechingones, con poderosas armas y sus conocimientos, para favorecer a sus los pueblos. Todos sabemos que llegaron, pero sin dudas que su aparición no tuvo el epílogo esperado.
Escondido entre la tupida vegetación de las serranías de Ambargasta , el joven Colayún observaba atónito la columna de hombres acorazados y de raros animales que avanzaba.
El espeso bosque de mistoles, algarrobos y chañares le daba especial protección y no se dejó ver. Colayún corrió como más pudo a su sacate, pasando por cultivos de papa y zapallo, para informar lo que había visto a su cacique, que se encontraba en su casa semienterrada.
No llamó la atención al aborigen la altura de los invasores, ni su barba ya que ello precisamente distinguía a la brava tribu de los comechingones
Pero, cómo explicar aquello que avanzaba como centauro? Eran una misma cosa caballo y jinete?
El cacique no tuvo miedo. Ellos eran una recia y aguerrida tribu, que hasta a los diaguitas enfrentaron, pero enseguida recordó el cacique la leyenda del águila.
En aleros y cuevas de Córdoba (Argentina) primero los indios sanavirones y luego los comechingones dejaron representadas miles de motivos. Este arte rupestre no tuvo fines decorativos y sí un sentido mágico y religioso. La cosmovisión del comechingón se plasmó en esas improntas, mostrándonos danzas y rituales y su respeto a lo divino.
La distribución de las pinturas abarca el Cerro Colorado como el Intihuasi, el Veladero, y los parajes de La Quebrada y El Desmonte.
El mayor número corresponde a figuras humanas y de animales; luego las de carácter geométrico. Entre los animales hay mamíferos, insectos, reptiles y aves; guanacos, pumas, ciervos, zorros, cóndores (en gran cantidad), búhos, ñandúes y reptiles. Las llamas están, a veces, colocadas en filas y atadas al cuello con una cuerda, lo que indica su domesticación.
Son característicos los guerreros con arco y flecha cerrando escenas que sin duda reflejan hechos reales. Estos guerreros son identificables fácilmente por su tocado, que cae desde la cabeza hasta casi los pies y por el arco y flechas que llevan en la mano. O los hechiceros, que aparecen con largos vestidos y al parecer enmascarados, a veces entre guerreros y otras junto a éstos y animales.
Estas pinturas fueron realizadas en blanco, negro, rojo y un tono gris. El blanco era obtenido de una caliza en forma de carbonato de calcio, utilizando también excrementos de aves y hueso pulverizado, el negro es bióxido de manganeso y en algunos casos carbón vegetal, el rojo era obtenido del óxido de hierro, y el gris de la mezcla de carbonato de calcio y carbón vegetal.
Nada de ello dibujó esta vez el joven Colayún mientras se esmeraba en explicar cómo eran los ras personajes venidos del norte, montados en desconocidos animales con sus armas. Intentó hacerlo de la manera más realista, y la impactante figura del español a caballo con su armadura, lanza se trazó como en una sola pieza. Claro que logró su cometido porque ninguna otra tribu americana logró plasmar así el encuentro traumático entre las dos culturas.
Fue lo último que pintó Colayún. La conquista se precipitó sobre sus tierras, primero diezmando indígenas, luego usurpando sus tierras. Atrás quedaron cientos de años de esmerado arte cuyo último trazo dibujó nuestro amigo.
Jorge Cena es nuestro guía en el Cerro. Nos contó que es nacido en la comarca y que de chico se fue a Córdoba, pero necesitaba volver porque éste es un lugar en el mundo. Él nos contó emocionado la historia del sol de piedra del cerro Inti Huasi.
Décadas después de que Leopoldo Lugones redescubriera las pinturas, llegó un escocés llamado Martín Gardner de la Universidad de Oxford, quien, entre 1923 y 1926 estuvo trabajando en territorio comechingon y publicó un completo estudio llamado: Rock Paintings in North-West Córdoba (1932). En lo alto del cerro Inti Huasi habia una roca horadada donde se encontraba un sol de piedra. Gardner, utilizando un trépano neumático, no tuvo empacho en rapiñar la magnífica obra. La pieza, de unos 300kgs., que se encontraba en los alto del cerro Inti Huasi, donde los sabios se reunian dentro del Templo del Sol, representaba al "Dios Sol, padre de toda forma de vida en la religión solar de los comechingones, y fue llevada en 1926 para una exposición el Museo Británico, y nunca más retornó. Dicen que hasta el día de la fecha se encuentra allí. O que durante la Guerra de Malvinas, se cree el Sol Rojo de los Comechingones se envió al Vaticano como precaución. Dicen, dicen. Lo cierto es que las autoridades nunca hicieron un reclamo para su devolución.
Mientras tanto, los nativos siguen resistiendo, como en 1573, el abandono de una zona postergada. La creación en 1992 del Parque Arqueológico y Natural les dió una esperanza, avivada ahora con el redescubrimiento del Camino Real que iba al Alto Perú, que pasaba a pocas leguas de aquí.
Pero Jorge ya no cree en leyendas. Ni siquiera quiere subir al Inti Huasi a llorar su Sol de Piedra.

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